El mármol no se fabrica y por tanto hemos de elegir entre la obra disponible de la naturaleza.

Es cierto que el mármol tiene rarezas como vetas, venas, manchas o cambios de tono...; son como su ADN. Las piezas de mármol son poco uniformes u homogéneas. El mármol solo crea obras originales. Únicas. No reproduce. No copia. Y por tanto no debemos entender tal hecho como defecto. Estas variaciones en la forma o el tono suceden en todas las cosas o seres, vivos o no, creados de forma natural y no artificial.